Casa Cental, Banco de Chile. |
Por Luis Mesina
La
iniciativa de Starco S.A. y del Banco de Chile de propiedad de Andrónico Luksic
de recurrir ante el Tribunal Constitucional para que deje sin efectos por
“inconstitucional” la norma que prohíbe a las empresas condenadas por prácticas
antisindicales - las dos por cierto han sido condenadas- , se inscribe en la
estrategia más de fondo del empresariado criollo y foráneo de acabar con todas
las “regulaciones” que hasta el momento le dificultan extremar sus prácticas
brutales contra los trabajadores.
El caso
del Banco de Chile es particularmente grave para los intereses de los
trabajadores chilenos. Hay que tener presente que el conglomerado Luksic tiene
empresas en diferentes áreas de la economía y son miles los trabajadores que le
venden su fuerza de trabajo, por tanto, su estrategia intenta despejar todo
aquello que huela a regulación, así podrá operar sólo bajo el predominio
absoluto de la fuerza brutal para la consecución de sus fines, que por cierto,
son totalmente antagónicos con los de los trabajadores. El Banco de
Chile, según consta en rol Nº 2133-2011, ha iniciado un
juicio civil contra la Dirección de Compras, ya que fue declarado inhábil para
operar con instituciones del Estado, luego de ser condenado por prácticas
antisindicales. Lo grave, es que frente a esta materia existe un silencio
sepulcral por parte de todas las organizaciones, políticas, sindicales, etc...
Al
parecer, el Banco de Chile goza de una protección inconmensurable comparada con
otras instituciones, hay que recordar que cuenta con fuertes padrinos en la
Concertación y en el Gobierno.
Pero, ¿qué es y de quién es el Banco de Chile?
Banco de
Chile es la única institución que actualmente mantiene deuda con el Banco
Central derivada de la “Deuda Subordinada” originada en el periodo de la
crisis financiera de los 80 y que significó que el Estado asumiera parte
considerable de los créditos irrecuperables como pasivos del Banco Central, es
una deuda que tiene un plazo de 40 años para pagarla, “cómodamente”,
mientras, año tras año, el Banco gana y no retribuye a sus trabajadores en la
misma proporción que lo hace a sus directores y dueños. Tampoco destina los
miles de millones que gana a saldar la deuda de una vez por todas y así liberar
al Fisco de esos recursos. Actualmente, es la institución que obtiene las más
altas utilidades, sólo en enero de este año acumuló un beneficio de 48.876
millones de pesos y una rentabilidad sobre el patrimonio del 31,75%.
Todos los chilenos nos pusimos para salvar la banca.
El 2000
bajo el gobierno de Ricardo Lagos, uno de sus predilectos hombres, Jaime
Estevez quien oficiaba de presidente del Banco del Estado (después le
cambio el nombre en un claro intento por privatizarlo, ya no indica, ser del
ESTADO), concedió un crédito de más de US$130 millones para que
Andrónico Luksic comprara el Banco de Chile. La pregunta de entonces era si
tenía fundamento ético que el Banco del Estado utilizará los depósitos del
sector público para financiar al grupo económico más grande del país en la
compra del Banco Privado más grande de Chile y, que además tenía deuda con el
Fisco. Lagos y Estevez defendieron esta decisión a pesar de que muchos
congresistas cuestionaron en duros términos esta medida del Banco Estado; los dirigentes
sindicales de esa época del Banco también apoyaron a Estevez. El gobierno en
ese entonces alegó que todo se efectuaba dentro del ordenamiento legal, sobre
lo que no se pronunciaron es si era legítimo.
Y
aunque argumentaron que no había problemas éticos en esa decisión, lo cierto es
que el tiempo dilucido la controversia valórica de ese entonces.
Hoy,
Jaime Estevez, además de ser presidente de la S.A Club Universidad
Católica ocupa un sillón en el directorio del Banco de Chile, donde uno de los
jefes es Andrónico Luksic, por cierto con una dieta millonaria.
Sin
embargo, hay que ver cómo paga el Banco de Chile a los chilenos. En el
caso de los trabajadores del mismo banco conculcando derechos laborales como se
aprecia en la sentencia que lo condenó por vulneración de derechos
fundamentales o, como en el pasado reciente con la sentencia a favor de los
trabajadores de MADECO que debieron esperar años para que Luksic no continuara
dilatando el pago legítimo a los trabajadores, muchos de ellos se murieron
esperando.
Hoy está
empeñado en acabar con una disposición que al menos, atenúa la aplicación de
prácticas antisindicales, pues el sólo hecho de que sean excluidos de contratar
con el Estado durante 2 años es una sanción importante que les castiga donde
les duele, en sus negocios. De ser acogida la presentación ante el Tribunal
Constitucional y tener éxito el Banco de Chile ante los tribunales para dejar
sin efecto estas sanciones, se habrá dado otro paso adelante por los
empresarios en contra de los trabajadores y sus organizaciones, razón más que
suficiente para cerrar filas tras una estrategia que busque detener estos
propósitos.
Desde ya
parece razonable que los sindicatos estrechemos filas para aunar esfuerzos,
sumar iniciativas jurídicas, exigir a los congresistas un pronunciamiento sobre
estos hechos para evitar que tenga éxito cualquier modificación legal en esta
dirección y, en tanto, no seamos capaces de convocar a los millones de
trabajadores para una gran movilización, es menester difundir esta estrategia
soterrada que no tiene difusión en la opinión pública, pero, que tiene de ser
aprobada, consecuencias insospechadas para nuestros intereses.
Muy buen artículo. Es importante desenmascarar, a estos "cara dura" del Banco Chile. Con esto, el empresariado sigue demostrando que no tiene ningún respeto por la fuerza productiva que le entrega riqueza. Por cierto, muy buena la página, sigan así. Ricardo N.
ResponderEliminarBuena pagina lucho, te felicito.
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